Las comunidades indígenas salen por la tele

Desde hace tres semanas, la cadena de televisión Cuatro está emitiendo el programa Perdidos en la tribu, en el que tres familias españolas son llevadas a vivir con tres comunidades en su entorno natural, dos de ellas en Namibia y otra en Indonesia. Las familias, que parecían no conocer exactamente la mecánica del concurso, deben convivir con las comunidades según sus reglas y costumbres, destacando los aspectos en los que se produce mayor roce con las culturas de acogida.

La Fundación CEAR ha denunciado que al menos una de las comunidades de acogida no está en su medio habitual, como podéis leer en esta nota de la organización, en la que la cooperante de la organización que trabaja con el pueblo San nos cuenta como una parte del grupo ha sido contratada para desplazarse a 700 kilómetros durante la época de cosecha, y allí rodar las escenas del programa. También cuenta los efectos que los pagos recibidos han tenido en la comunidad. En este corte podemos escuchar una entrevista de Punto Radio sobre este tema con Arantxa Freire, de la Fundación CEAR, ampliando la información. El periódico El Mundo, en este artículo firmado por Rosa M. Tristán, también recoge la opinión del antropólogo Francisco Giner, que denuncia que con la comunidad Himba se han falseado algunos datos para acentuar ese choque de culturas.

Survival, la organización de la que hace poco presentábamos su publicación Allá vamos, también denuncia la visión de los pueblos indígenas que muestra el programa, y por eso lo ha incluido entre los objetivos de su campaña Plántale cara al racismo, que denuncia el racismo implícito que suela haber en el tratamiento de estos grupos étnicos.

La respuesta de Cuatro (aquí) es que se ha pagado a las personas que han participado, que se cuenta con el permiso de las autoridades, y que la denuncia no afecta al programa, que se centra en seguir a las familias españolas. Parece una respuesta demasiado concisa y poco comprometida para el alcance que tiene la denuncia.

El efecto de estas acciones (y os invitamos a que reflexionéis sobre su alcance) puede ser bastante grave, además de que, muy probablemente, el programa sea lo único que muchos telespectadores lleguen a conocer sobre estas culturas en toda su vida (a la vista están algunos comentarios en las páginas que tratan el tema). Creemos que no es lo más justo.